Powered By Blogger

martes, 16 de octubre de 2012

Ser un pirata

Este era un niño llamado José, que en sus juegos con sus amigas, se creía Pirata. 
José le decía a las amigas que ser pirata era lo mejor. Navegabas por los mares y tu cabello se movía al ritmo de  las brisas que estaban sobre las olas bajo el sol. Mandabas y buscabas tesoros y eras un ambicioso recolector. Además de usar sobrero de pirata, que era lo que más le gustaba a José. 
Un día  Perla, su amiga, nombre de tesoro y morena como una tostada muy tostada, le dijo que había algo que le falta a a José, que era un parche en el ojo, pero no uno cualquiera... si no uno que fuera por algún daño que se haya hecho. 
Este niño, lo pensó e intentó toda la semana en  hacerse daño en su ojo izquierdo para poder usar un parche. Intentó con las murallas, con  los insectos, con la tierra y muchas cosas. "¡siempre me lastimo y ahora que lo intento ni rasguños me he hecho!". 

De pronto en la escuela, José jugando con un lápiz y sus dientes con la mesa, ¡paf! ojo sangrante en unos minutos. 
El chico triste y contento. Lloraba y a la vez pensaba en que llamaría mucho la atención. 
Pasaron dos días y Perla   lo ve y le dice "¡ahora si pareces un pirata!".
José orgulloso sonreía por lo mucho que le gustaba su amiga, pero no pensó el daño que se estaba haciendo. 
Pasaron dos semanas y cuando ya se había sanado del ojo, la mamá le hizo sacarse su parche y todo volvió la normalidad. 
Entonces se juntaron para jugar a los piratas, otra vez. 
"Ya no pareces pirata, José, ¿y tu parche?"
El niño muy triste le pregunta que, que más le falta para ser un gran pirata de nuevo. 
"Un loro".
José corriendo por toda la plaza de su ciudad buscando palomas para pintarlas, pero en vez de atraparlas, las ahuyentaba, entonces se le ocurrió la excelente idea de matar una. 

Llegó el día siguiente y estaba José con una paloma de muchos colores, con un olor putrefacto y un palo dentro y pegada con adhesivo al hombro del muchacho. 
"Ahora soy un pirata". 
"Nada que ahora, niñito, ¿y la pata de palo, donde está?"  movía la cabeza de izquierda a derecha esta niñita Perla. 

Llegó la noche, el niño botó a la  paloma y se sentó en su cama, lo que nadie sabía era que bajo la manga tenía uno de esos cuchillos para cortar carne medianos. Estaba seguro de su decisión. 
Comenzó cortando la piel lentamente y la sangre excurrió de a poco, iba a continuar pero su mamá entra rápidamente y lo ve con el cuchillo en las manos. Él se desespera y comienza a moverlo para todas partes, entra su papá y lo detiene mientras llora. 
"¡Que intentabas hacer!"
"Ser un pirata"

Los padres se miran entre ellos y se dieron cuenta que quizás no le habían dado la atención suficiente, luego de que él le contara todo, fueron a hablar con los padres de Perla. 

Los papas de la niña eran unas personas que no sabían el significado de "conversar" solo gritaban y no sabían ser educados, por lo tanto, no les importó el caso de José. 

Los papás fueron a la casa y el niño decepcionado por no ser lo que quería ser, pero a veces hay que dejar el capricho de lado y pensar bien las cosas antes de hacerlas. José ¿de verdad te ibas a cortar la pierna?  de ser así, creo que sería la peor forma de gustarle a una chica.

No des todo por amor si la persona no te ha dado nada. No hagas caso a prejuicios y a las malas críticas que te da la gente, mientras tu imaginación sea la más grande, podrás ser astronauta, vaquero, pirata, lo que quieras, solo debes creer que lo que tu haces está bien, porque si está mal, ¿mal según quien? ¿quien evalua lo que tu sueñas? No necesitas lo físico para sentirte quien quieras ser, valora quien eres y no le hagas caso a las idioteces que hablan los demás, ellos no saben de creatividad. 

Autor: Danny

No hay comentarios:

Publicar un comentario