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miércoles, 18 de julio de 2012

(Cuento Infantil) Los Tres Enanos





Había una vez en una casita muy pequeña que vivían tres enanos que eran hermanos.
El enano mayor se llamaba Narizón, por su gran nariz y su terrible carácter. 
El enano menor se llamaba Naricitas, por su pequeñita nariz y su tímida personalidad. 
Y el enano del medio se llamaba Narices, por su nariz de normal tamaño y bueno, su personalidad era tranquila. 

Los tres querían salir a dar una vuelta al bosque para ir en busca que ricas manzanas. Entonces Narizón dice: 
-¡Yo iré a buscar manzanas, Naricitas las traerá y Narices se queda cuidando!- 
Pero a Naricitas no le gustó la idea, pero dijo con su voz tartamuda:
-¡Me-me gu-gustaría i-ir a mi a buscar.... man...za....!- no terminó la frase porque Narizón de un solo grito lo hizo callar. 
Partieron los dos y Narices se quedó cuidando, él, tranquilo, callado, hacía lo que su hermano mayor dijera, ya que  él, no quería tener problemas. 
Narices  ansioso por que llegaran sus hermanos con las ricas manzanas, se puso a limpiar, para que cuando llegaran a casa, todos pudieran disfrutar de las frutas que comerían. 

Cuando llegan los hermanos con dos canastas enormes, entonces repartieron las manzanas a cada uno, entonces Narizón dice: 

-¡Yo me comeré cincuenta manzanas!, Naricitas se comerá treinta y Narices comerá una sola. - 

Narices muy triste, no le quedó otra que comerse la manzana y ver como sus otros dos hermanos se llenaban la barriga de las frutas. 

Pasó otro día y a los hermanos se les ocurrió ir a bañarse al lago. Entonces Narizón, el enano mayor, les dice:

-¡Yo me bañaré primero! Naricitas segundo, y Narices tercero. -

Tal como él lo había dicho, en ese orden se bañaron, pero el gran problema fue que Narizón se tardó tanto en bañarse que Naricitas se bañó casi de noche y cuando se fue a bañar Narices, ya hacía frío y estaba oscuro.

Hasta que un día Narices muy enojado, ya no daba más con este abuso que tenía el hermano mayor sobre él. Entonces se acercó firme y le dijo: 

¡Hoy yo voy a buscar manzanas, Naricitas las trae y tú te quedas cuidando! Luego cuando lleguemos yo me comeré cincuenta manzanas, Naricitas treinta   y tú te comerás solo una. Cuando después nos vayamos a bañar yo me bañaré primero, luego Naricitas y tú te bañas en la noche, ¿Entendido?

Narizón muy asombrado lo mira y se pone a llorar. 

-¡Perdón hermano si te había hecho sentir tan mal!-

Narices lo mira y mira también a Naricitas, se queda pensando unos cinco segundos, el poco tiempo que le tomó decidir lo siguiente:

¡Saben que, hermanos, tengo una mejor idea! 

Entonces, decidieron dejar la casa con llave mientras fueron los tres a buscar manzanas, cuando llegaron, abrieron y se comieron cuarenta manzanas cada uno y después se bañaron los tres en el lago al mismo tiempo y aprovecharon de divertirse en la hermosa tarde. 

Y el cuento se acabó 
y el viento se lo llevó
cuando lo vuelva a encontrar
te lo volveré a contar


FIN

Autor: Danny 


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