Powered By Blogger

domingo, 16 de septiembre de 2012

2º parte. El valor de un centavo


CONTINUACIÓN...... 



Ahora, a lo que me dedico es ver a las personas, como caminan con sus carteras rebalsadas de dinero menos de monedas como yo, porque nadie ve el lado hermoso de mí.
Yo, soy como una chica en un cuerpo muerto y plateado con sabor a sangre. Soy la última gota del vaso, la última pizca que necesitas, Soy la ultima, porque ¡Soy solo un centavo! ¡Valgo nada para todos! Yo soy igual que las personas, tengo sentimientos, tengo pensamientos malos, odio a los cheques que atentan contra nosotros.
- Hola - Decía una voz ronca y  masculina.
- Hola…- Decía yo como una simple cosa.
- Me llamo Mil, ¿Y tú? –
- Centavo… Caí aquí por accidente…  mi dueña no se fijó de que caí, ¡Que descuidada…! Je, je… - Mentí torpemente frente el billete.
- ¡Si, pues claro! ¡Yo también caí de un bolsillo! Hace calor en las billeteras, la gente no entiende-
- ¡Lo mismo creo yo, mil! En las billeteras me las pasó muy mal —
- Claro que si, juran de que no sentimos nada—
- Ja, ja, ja ¡Cierto, cierto!  ¿Cuál fue tu último recorrido, billete?
- La cárcel –
- He estado allí, yo fui cambiada por droga, ¿Y tú? –
- Por lo mismo, solo que conmigo se drogaban –
 Me sentí afortunada al oír eso.
- ¿Y después… como llegaste aquí,  luego todo sucio?
- Un guardia los pilló, me llevó él mismo, luego compró conmigo, y el vendedor me llevó a casa y tuvo una pelea con su mujer, y soltó muchos billetes y aquí caí yo —
-¿No que habías sido caído de un bolsillo al igual que yo...?
- Eh… ¡Eso mismo, solo que al revés creo aah…!-
 Mil se puso nervioso y no podía hablar bien.
- ¿Y si nos hacemos amigos? – Me propuso
- Es malo tener amigos, luego te cogen y nos separan… ¡Todos quieren a Mil y cinco Mil! ¡Hasta Diez  pesos! ¡Pero nadie quiere al centavo recorrido!
- ¡No digas eso, por dios! – Me regañaba el desdichado Billete.
- ¡Que! ¡Por qué, por qué, por qué! –
- Un centavo vale mucho, eres la base de todo el dinero. ¡Todo comenzó por ti!
- ¡Comenzó cuando yo valía algo…! –
- ¡Tonta, tú vales demasiado! Mira, Para hacer 25 centavos, ¿Cuántos de ti se necesitan?
- 25, claro –
- ¿Y para hacerme a mí, cuántos de ti necesito?
- ¿Eres matemático? Aprendamos a contar por favor… uno... dos… - Decía yo sarcásticamente.
- ¡Claro que mil monedas de ti me hacen a mí! ¡Eres especial! -
- Jamás lo había visto de esa forma… - 

CONTINUA.......

Autor: Danny

No hay comentarios:

Publicar un comentario