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sábado, 15 de septiembre de 2012

Dialogando entre Diamantes

-Mira, imagina por un segundo... cerremos los ojos y sueña un momento.
- ¿para que?
-¡Hazme caso! ... ¿los haz cerrado?
-Sí... 
-Mírate... tienes alas, toda la vida las haz tenido ¿y para que? 
-Son parte de nuestro cuerpo...  las aves tenemos alas y siempre...
-¡Silencio! ¿Oyes eso?
-Más aves.
-¿Sabes porqué cantan? ¡Por que son libres!
-Es verdad...
-Piensa, tenemos dos alas y vemos detrás de estos barrotes como nuestros pares pueden volar por el mundo sin límite exigido.
-¿porqué piensas eso?
-Porque somos aves.
-¿Y que piensas hacer?
-Comportarme como una. No es justo vivir en una jaula en la que no tengamos espacio para ejercitarnos, para volar... para sentir el aire... ¿Qué será... volar...? 
-Una acción.
-La acción del vivir, creo yo... pero... ¿qué se sentirá?
-Debe sentirse... como libre... como es la libertad...
-¿Sabes como es la libertad?
-No.
-¿Quieres sentirla?
-... Emm... Bueno.
-Muévete, volemos, ¡más fuerte! ¡EMPUJA!
-¡No puedo!
-¡Si puedes!
-¡Me asusto!
-Es para mejor, en un tiempo estaremos bien
-¿Quieres volar? ¡Creo que podremos hacerlo!
-¡Volemos, volemos!
-Más fuerte, empuja.
-¡No se puede amigo, no se puede!
-Amiga mía ¡Nada es imposible!
-¡Tranquilo... aquí viene para alimentarnos!
-Actúa normal... actúa normal...
-¡Picotea! ¡Rápido, que no nos encierre! 
-¡Esa es la actitud, mi chica! 
-No puedo.. ¡Creo que no sé volar, no puedo!
-Tu puedes... ¡Yo sé que puedes! ¡Vuela, mueve tus alas, vuela!
-Lo logro, lo logro...
-¡Estamos volando! ¡Estamos volando al fin! 
-¡Esto es sentirse libre! ¡Somos libres, amigo, somos libres!
-Ven, vamos a los cielos, lleguemos muy alto, quiero sentir que será estar a grandes alturas.

*Las aves volaron lo más alto que podían volar, cayeron lágrimas de alegría, su felicidad fue la más grande, ya que al a ver nacido en una jaula... no conocían lo que era ser verdaderamente libres y felices. Al fin, estos dos Diamantes lograron su objetivo, conocieron la ciudad en cuestión de segundos, y que sí ¿visitaron nuevamente a su antigua dueña? ¡Claro que lo hicieron! pero desde arriba, junto a sus colegas. La vieron una o  dos veces, luego se olvidaron y comenzaron su aventura como siempre se lo han merecido, volando. 

FIN 

Autor: Danny

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